Historias de Magallanes

LA ACADEMIA DE CHILE

lunes, diciembre 05, 2005

HABIL y CINCHADOR


Magallanes siempre ha tenido jugadores de ese tipo. Cinchadores, incansables, tremendamente aguerridos. Hace años que la Vieja Academia viene navegando con viento en contra y para sortear temporales, se precisa de remeros fuertes y tripulación abnegada.

Guillermo Yávar calza matemáticamente en la imagen vertida en torno al Magallanes actual, además pasa por un momento feliz, porque no sólo se prodiga sin la menor concesión, sino que también tiene calidad. Y eso no es común. Por lo regular el jugador cinchador es fuerte, agresivo, entusiasta ciento por ciento, pero sin buena técnica ni sentido del fútbol. Yávar, en cambio, exprime en la cancha hasta la última gota y encima juega bien, a ratos muy bien.

Una vez, refiriéndonos a Roberto Ampuero, señalamos que venía como anillo al dedo para los planes albicelestes y que su influencia en Magallanes era decisiva. Con Guillermo Yávar ocurre lo mismo y debe haber sido en esta primera rueda el mediocampista más destacadado de su cuadro, el más lucido, el que no ha sabido de sectores ni franjas de acción determinadas, porque el campo entero es su terreno (y sala de trabajo).

Lo hemos visto de "6", de "8", de "10", de "7" y de "11". En estas fechas recientes, viene jugando de número 10, alternándose con Héctor Torres en un ir y venir, en que ambos colaboran atrás, (ambos) construyen y destruyen en el sector medio y ambos van al área para hacer goles (como el de Yávar con Colo-Colo y el cabezazo de Torres con la Serena). Pero en el caso de este muchacho, no puede ni debe hablarse de números ni puestos, porque ya esta dicho que su misión va más allá de una ubicación y más allá de una plaza. Y el merito, es que une a su dinamismo una innegable habilidad.
JUMAR
29 de Agosto de 1963 / Nº 1057 Revista Estadio

 
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